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Las prácticas de los docentes en el proceso de inclusión de niños con diversidad funcional
- 16 enero, 2024
La práctica docente que desarrollan los maestros en el aula de clase regular, en la cual pueden estar incluidos niños con diversidad funcional tipo motora, intelectual, sensorial o múltiple, parte de la concepción de “las estrategias, instrumentos y acciones que el maestro realiza en el aula para guiar el proceso de enseñanza aprendizaje, con la pretensión de desarrollar en el educando diversas competencias” (Zambrano, 2018, p. 70) por lo que, se requiere tener presente la diversidad referida a toda persona que hace parte del amplio espectro de individuos diferentes que existen y se considera asunto de dignidad humana y de derechos. (Romañach y Lobato, 2005). Así en el caso de la escuela, el docente busca que el niño logre una autorreflexión en el contexto presente, sin desconocer la cultura que lo circunda, enmarcado en el concepto de inclusión que tiene que ver como lo indica Deliyore (2016), no solo con los estudiantes con diversidad por características biológicas, culturales, religiosas, étnicas o económicas, sino a todos los estudiantes del aula que puedan aprender y ayudarse mutuamente con una instrucción eficaz y un fuerte apoyo.
En torno a la inclusión, son muchos los postulados que se plantean desde la investigación, encontrando avances relevantes en relación con la reflexión que se realiza del abordaje y el rol del docente en el aula, desde el desinterés hasta la participación del estudiante, como agente activo de su propio accionar en el aula, así la tendencia va en pro de las buenas prácticas que logran resultados productivos de enseñanza y aprendizaje, no solo para el estudiante sino para la familia y la comunidad, como el respeto a la diversidad y a las diferencias individuales.
Sin embargo, es necesario visualizar la importancia de las relaciones entre lo que determina el Estado y lo que se desarrolla en el aula, desde la implementación de estrategias y modelos que favorecen la equidad, con estrategias inclusivas sugeridas a través del uso de espacios físicos adecuados para la aplicación de estrategias pedagógicas, el uso de instrumentos específicos para habilidades como la lectura y el acompañamiento de la comunidad en general para el logro de la inclusión. No son solo las estrategias del profesor, sino todo su conocimiento, experiencia, práctica y actitud, lo que hace que las instituciones educativas y la comunidad en general observen logros en el aprendizaje de sus hijos y deseen ser partícipes de este proceso inclusivo, favoreciendo las redes entre las políticas públicas de la ciudad y la inclusión hacia la diversidad.
Siendo así, el quehacer del maestro en clase, en su ejercicio pedagógico en el aula y en los ajustes que implementa en su práctica pedagógica, requiere ser enlazado con las políticas del Estado, como las mencionadas en los Planes Individuales De Ajustes Razonables definidos en el Decreto 1421 de 2017, los cuales son definidos desde “las acciones, adaptaciones, estrategias, apoyos, recursos o modificaciones necesarias y adecuadas del sistema educativo y la gestión escolar, basadas en necesidades específicas de cada estudiante” (p. 4), como un elemento fundamental en el desarrollo integral de esta población, al promover la participación en su contexto y favorecer sus condiciones socioculturales, lo cual se garantiza y asegura desde la ley estatutaria 1618 de 2013, frente al “ejercicio efectivo de los derechos de las personas con discapacidad, mediante la adopción de medidas de inclusión, acción afirmativa y de ajustes razonables, eliminando toda forma de discriminación por razón de su discapacidad” (p. 1).
De acuerdo con estas concepciones se retoma el enfoque centrado en calidad de vida, como lo menciona Mesías y Polanco (2016), desde la capacidades y funcionalidades, exponiendo la necesidad de crear una nueva concepción frente a la diversidad funcional, que va más allá de las capacidades y discapacidades que pueda presentar un individuo. Este modelo parte de la búsqueda de la plena dignidad, tanto la extrínseca, como la intrínseca, de todas las mujeres y hombres, incluidas aquellas que tienen una diversidad funcional específica de grupos de individuos que podemos agrupar y denominar personas con: diversidad funcional física, diversidad funcional visual, diversidad funcional auditiva, diversidad funcional mental, diversidad funcional intelectual, diversidad funcional orgánica, etc.
En conclusión, el concepto de inclusión ha ido más allá de las barreras del aula y ha trascendido generando impactos políticos, en los que ya no existen un “ellos y los otros” (Deliyore 2016, p.46), Teniendo en cuenta lo anterior, los procesos de inclusión escolar están dados por elementos que permiten que las personas con diversidad funcional se incluyan en las aulas en igualdad y equidad de condiciones, ordenando que las entidades públicas del orden nacional, departamental, distrital, y municipal, en el marco del Sistema Nacional de Discapacidad, tengan la responsabilidad de la inclusión real y efectiva de las personas con discapacidad, asegurando que todas las políticas, planes y programas, garanticen el ejercicio total y efectivo de sus derechos de manera inclusiva.
Maria Tatiana Ramírez Lozano
Docente – Investigadora
Programa de Fonoaudiología – Sede Medellín